Originario de El País del Episodio del Planeta de los Espaguettis Mutantes a.k.a. Italia. Como buen cabeza de pasta, Paolo siempre fue un muchacho fascinado con los Imperios y la Dominación Mundial. Por ello cuando aun era un colegial intentó relacionarse con los únicos seres capaces de llevar a cabo una Dominación Mundial efectiva, rápida e inecesariamente BRUTAL; es decir la ancestral raza de los Frikis. Por desgracia para nuestro joven caneloni, estos sabios seres presintieron el oscuro futuro del joven. Según el Venerable de la Cumbre (Internacional del Comic de Roma '73) el joven estaba lleno de miedo y todos sabemos a donde conduce esto. Paolo fue rechazado por el Alto Consejo por lo que no pudo iniciar sus estudios frikis y convertirse en inadaptado social con aspiraciones megalómanas y poseedor de un pin oficial del Club Megatrix. Así fue como Paolo creció lleno de odio y rencor hacia los frikis, los cuales se acabarian convirtiendo en su mayor enemigo en los años venideros. A pesar de todo, el pequeño ravioli nunca abandonó sus planes de Dominación Mundial

Paolo, fue a la universidad y se especializó en antropología (a razón de intentar conocer más sobre esos seres inferiores e incelebrados que pronto se convertirian en sus esclavos). Después de la universidad, donde tras 12 años de estudios consiguió licenciarse con deshonores, se dirigió a la sede de la RAI en Roma, donde tras una serie de reuniones/entrevistas de trabajo y bajo la amenaza de detonar el chaleco de explosivos que el cabeza de gelatti lleva encima, los directivos de la RAI decidieron nombrarle productor y Señor Oscuro de la RAI.

Durante los años siguientes, Paolo dirigió con mano dura la emisora. Pero no sería hasta la firma del Primer Tratado de Radiodifusión Maligna entre Vasile y Berlusconi, que el primero se alzaría como Maestro Supremo de los Medios Malignos.

Vasile se valdría del arma más poderosa de todos los tiempos para llevar a cabo sus siempre presentes planes de Dominación Mundial: La TV.

Sería en estos años, cuando este devora-macarroni, desarrollaría los primeros proyectos efectivos de conquista mundial. Hasta el momento eran simples bocetos en los que mediante un bombardeo por saturación de telebasura conseguiría reblandecer aun más las débiles mentes de los seres conocido como Homo Sillónbolensis hasta volverlos una masa idiota y fácilmente manejable.

Esta estratégia se mostraría muy efectiva en Italia, donde en poco tiempo Paolo contó con un enorme ejercito de zombis incelebrados que seguía ciegamente cualquier cosa que su líder decía que era guay. Así es como el antaño a-ratos-bueno-a-ratos-imperialista país de los Espaguettis se convirtió en un lugar de oscuridad y tinieblas donde el mal y la caspa campaban a su voluntad.

Pero esto no era suficiente para el Señor Oscuro. Italia no era suficiente para él. Quería crear un Imperio que durara mil años. Un imperio tan grande y poderoso que ensombrecería al creado por PapaPalpatine, con el cual compartía territorio irónicamente. Así que pronto fijó sus ojos en otra península mediterranea. Preparó un desmesurado contingente de programas del corazón y series de quinceañeras y se dispuso a comenzar su campaña de conquista y destrucción. Por desgracia para él, Riot Dog, cual Leonidas perruno, desbarató sus planes y en un heróica (que no erótica por mucho que se empeñen la fuentes vasileanas en decir) batalla a los pies de la Acrópolis consiguió expulsar a las hordas invasoras de toda Grecia, no sin sufrir grandes bajas pues los Talk Shows infectaron a gran parte de la población.

A pesar de esta aplastante derrota (hay quién la ha comparado con la derrota de Napoleón en Waterloo o la de Argentina ante Alemania en el Mundial), Vasile no se dio por vencido. Reagrupó sus tropas y comenzó de nuevo los planes de invasión. La estrategía iba a ser la misma que en Grecia, solo que esta vez en dirección contraría, hacia la inocente y despreocupada España a la que le quedaban dos telediarios... literalmente.

Sin Riot Dog, España rápidamente sucumbió a las hordas invasoras vasileanas. Los documentales fueron sustituidos por programas de testimonios, los telediarios por reality shows, las series y los dibujos animados por resúmenes del mundo del corazón. En menos de 10 años el país se había convertido en un páramo, un desierto intelectual. Un nuevo ejercito de zombis incelebrados se estaba engendrando en las antes felices tierras hispanas.

La estrategía de Vasile para Dominar el Mundo es, por mucho que nos pese admitirlo, brillante. Mediante una programación estupidizante administrada desde la más tierna infancia consigue moldear los cerebros de plastilina de los infantes hasta convertirlos en una papilla gris e inútil, cual triángulo en orquesta sinfónica; sin fuerza de voluntad ni iniciativa alguna. A medio plazo se consigue una sociedad sumisa, dispuesta a obedecer los más oscuros deseos de su líder con tal de que se le administre su droja telebasurística diária. Es decir, el plan es idiotizar a la población hasta el punto de la total incapacidad mental, evitando así el surgimiento de movimientos opositores contra el regimen imperial mediático y de ese modo esclavizar a los pueblos ante el televisor. ¡Qué plan más pérfidamente inteligente!. 

Sin embargo no todo el mundo sucumbió a esta invasión. Los antiguos archienemigos de Vasile, los frikis, siempre se mantuvieron alerta, neutralizando y resistiéndose discretamente a las grandes ofensivas vasileanas desde su base impenetrable de internet. Por desgracia en los últimos años, Vasile, viendo como su mayor enemigo no se debilitaba ni desaparecia, inició campañas más violentas. Una guerra sucia de desprestigio y humillación contra el colectivo revolucionario. Esto finalmente acabó por alzar a los frikis y demás pueblos libres contra él y sus zombis incelebrados, ya que una cosa es tocar los cojones y otra reirse a la $€*@ cara de las tradiciones y credos frikis. Semejante ofensa no pudo ser pasada por alto y así Vasile se vió arrastrado a una BRUTAL guerra de la que, según narra la profecía, solo uno de los bandos saldrá vivo y que aun hoy en día continua recrudeciendose.

No sabemos que le depararán los años venideros a Vasile, pero según fuentes fiables de Sálvame Delux, se estan llevando a cabo negociaciones entre Vasile y su homólogo americano: el magnate y Emperador de los Medios Malignos, Rupert Murdoch (no confundir con H.M. Murdock del Equipo A). Al parecer, estos dos genios del mal y los negocios (lo cual en cierto modo es lo mismo) están planeando unir sus imperios mediáticos para así crear un enormérrimo imperio al más puro estilo alemán de: Yo tenerrr grran compañía. El tenerr gran compañía. Nosotrros juntarr y ahorra tenerr grrandísima compañía.

El futuro es incierto, no obstante de lo único que podemos estar seguros es de que frikis, otakus, metaleros y demás pueblos libres que habitan este cuadrante de la galaxia se acabarán volviendo a unir para defender todo aquello que sus corazones aman de esta buena tierra y desterrar finalmente el mal a una dimensión paralela de la que nunca podrá regresar.