El elegido de este mes ha cometido en la historia tantas maldades que no caben en un solo ser vivo. Tantas horribles calamidades han salido de sus entrañas que hacía falta un planeta para albergarlas todas. Y ese planeta malvado por excelencia no es otro que el aparentemente idílico e inocente planeta Naboo.

Para empezar, Naboo tiene un núcleo de agua, que ya son ganas de joder y de querer destacar entre los planetas ordinarios rellenos de vulgar roca fundida. Aparte de eso, que reconozco que puede no ser culpa suya, Naboo es un planeta perverso por tres razones fundamentales, tres hechos que no pueden ser casualidad y que sin duda obedecen a un plan cósmico pregreñado por este astro para arruinar la Galaxia:

-Naboo es el planeta del que procede el Senador Palpatine, después Canciller y después Emperador, pero siempre, siempre Lord oscuro del Sith. Bueno, a un planeta no se le puede echar la culpa de que un capullo megalómano nazca en sus superficie, diréis. ¿Pero qué pasa cuando ese planeta elige a ese capullo megalómano como representante suyo en el gobierno de la Galaxia y ese capullo megalómano orquesta un golpe de Estado para sumir a la Galaxia en el Lado Oscuro? ¿Qué decís a eso? ¿Que era imposible de predecir? ¿Que fue la voluntad de la población y no la del planeta? Ah, sí, esa misma población que elige para su gobierno interno a niñas preadolescentes. No hay sociedad que pueda ser tan estúpida, a no ser que los pantanos del planeta emitan deliberadamente unos gases neurotóxicos que obliguen a la población a obedecer sus designios planetarios.

-Naboo es el planeta del que procede Padme Amidala. ¿Qué hay de malo en eso?, os preguntaréis; a la Galaxia le hacía falta una tía buena, una que estuviera buena de verdad, ¿no es así?. Pero ya que estamos con preguntas (que, dicho sea de paso, son una forma excelente de rellenar líneas de texto sin decir una mierda, de la misma forma que los paréntesis), ¿compensa lo buena que está Amidala el hecho de que de sus entrañas saliera Luke Skywalker, uno de los héroes más petéticos y uno de los gilipollas más grandes que ha recorrido la Galaxia? Por si eso no fuera suficiente para maldecir con tacos irreproducibles el planeta en el que nació la Reina/Senadora, añadamos que, de no ser por ella, a Anakin Skywalker no le habría entrado la neura de pasarse al Lado Oscuro y Darth Vader sería solo una oscura pesadilla infantil en los cerebros de cualquier habitante de la Galaxia.

-Por último y como prueba definitiva de su perversidad: Naboo es el planeta del que procede la execrable extirpe de los Gungan, y su más odioso representante, Jar Jar Binks. La carencia de oxígeno en su entorno subacuático y los gases que respiran cuando salen a la superficie han sido suficientes para provocar un estado de subnormalidad congénita a todos los miembros de la especie, pero no de manera que den pena o inspiren cualquier tipo de compasión o simpatía, sino haciendo que afloren los peores semtimientos de quienes interactúan con ellos, incrementando los niveles de ira y Lado Oscuro a su paso. Solo un planeta malvado podría ser tan cruel como para mantener en su seno a una especie cuya mera existencia es un continuo sufrimiento para sí misma y para todos las que la rodean o siquiera han oido hablar de ella. Y para colmo, el mismo planeta, sin duda, hizo que el especimen más perjudicado y perjudicial de esta sociedad, Jar Jar Binks, fuera exhibido por la Galaxia, arruinando cada segundo de metraje en el que aparece. Gracias, Naboo. ¿Por qué no creaste un monstruo marino tan grande que te devorara por completo y nos librara de tu vil existencia? No, tuviste que crear a esos malditos sapos disléxicos.

¿Ya estáis convencidos de por qué un planeta puede ser tan malo como cualquier villano del cómic? Ahora sin duda estaréis de acuerdo conmigo en que fue una lástima que la Estrella de la Muerte no fuera construida cuarenta años antes y no volara esta burbuja espacial de la faz de la Galaxia, en lugar del anodino e inocente Alderaan. Lo que nos habríamos ahorrado...

Al archivo de Malosos