It (Eso)

Antes de entrar en materia conviene hacer una aclaración: el Eso al que nos referimos no es este:

Una segunda advertencia es que este artículo contiene spoilers, por lo que, si no has leido la novela o visto la peli, podemos reventarte el final. Avisado quedas, lector. Si sientes devoción y aprecio por la obra de Stephen King también puede perjudicar tu sensibilidad (ya que tu gusto literario es difícil perjudicarlo más).

El Eso objeto de nuestro estudio es un personaje de aspecto indefinido, aunque nos referiremos aquí especialmente a su faceta de payaso calvo amigo de los niños, y con una especial querencia domiciliaria por las cloacas, alcantarillas, sumideros y clubs de alterne más hediondos.

 

Tenemos razones para pensar que su madre fue Ella-Laraña, como veremos más adelante, y en cuanto a su padre, las teorías son más discutidas, pero nuestros expertos han deducido por el carácter de Eso que pudo ser engenderado por otro especimen antediluviano, cuyo affaire con Ella habría sido su única relación heterosexual (no me extraña que no quisiera repetir).

Papi Herbert
Papi Herbert

Parece que el pequeño Eso recibió el nombre por decisión de su madre Ella (no deja de tener su lógica). Después de que la familia quedara rota por el aracnicidio de Samsagaz Gamyi, Eso y su padre atravesaron por unos momentos muy difíciles, ya que Herbert no encontró otro repugnante artrópodo gigante que le llenara como le llenaba Ella. Decidió por fin centrarse en su hijo y le instruyó en el arte de hacer felices a los niños con su disfraz de payaso, ya que, por alguna extraña razón, a Herbert le encantaba estar rodeado de niños.

 

Eso sufrirría un enorme trauma cuando entró sin avisar en el salón de su casa mientras su progenitor veía por la televisión un partido de la liga infantil de béisbol, con tan mala fortuna que apareció justo en el momento en que... bueno...

¡Zas, en toda la...!
¡Zas, en toda la...!

Después de tan pringoso acontecimiento, El joven Eso cambió de actitud, y sumó a la fijación infantil heredada de su padre, un marcado toque sadomaso, desarrollando un amor/odio por los niños y por el béisbol, a consecuencia del stress post-traumático. Se unió a una pandilla de macarras maquillados en la que figuraba lo más mezquino y malévolo del mundo payasil y conoció los más barriobajeros ambientes. El cerebro de esta banda no era sino el más pérfido ser que se halla calzado jamás unos zapatos de la talla 64 y una nariz roja, un monstruo desalmado que planeaba (y planea) destruir a la infancia del mundo con un salvaje bombardeo de grasas saturadas de capitalismo y triglicéridos...

Eso, Ronald (a.k.a. el-que-no-debe-ser-nombrado) y Rockso (el "proveedor" de la banda)
Eso, Ronald (a.k.a. el-que-no-debe-ser-nombrado) y Rockso (el "proveedor" de la banda)

Fue en esta época, intentando medrar en el escalafón de la banda cuando Eso se ganó su apodo de Pennywise, pues así le llamaban por las noches en los clubs y garitos payasiles de mala muerte cuando, después de bailar sobre la barra, Ronald se lo llevaba al piso de arriba. Por fin consiguió participar en las perversas iniciativas de Ronald; su cometido era esconderse dentro de los Happy Meal y traumatizar a los niños para que sufrieran desórdenes alimenticios de base psicológica, que engordaran aun más las arcas de su jefe y las arterias de la Humanidad.

 

Eso consiguió su primer trabajo serio como representante e imitador oficial de Ronald McDonald en el restaurante de comida rápida de una tranquila localidad USeña, cuyo nombre ocultaremos para proteger a sus habitantes y porque se nos ha olvidado. Allí adoctrinaba los encéfalos reblandecidos de los mocosos como su padre le había enseñado.

Pero los padres de las criaturas empezaron a alarmarse y Ronald, viendo perjudicada su imagen y comprendiendo que los excéntricos métodos de control mental de Eso eran tan radicales que ponían en peligro su plan secreto, despidió al payaso, que se retiró a las alcantarillas para chutarse aspirando el aroma de las aguas fecales del pueblo, que a la altura del McDonalds eran especialmente fétidas y alucinójenas. Allí, después de expulsar a las ratas okupas, creó un acogedor agujero al que por primera vez pudo llamar hogar.

Su tabaco, gracias.
Su tabaco, gracias.

De esta forma, Eso se convirtió en un ser huraño y desagradable, pero que realizaba una indudable labor social, como es librar a la Humanidad de sus miembros más molestos e improductivos: los niños (aunque es discutible que estas criaturas pertenezcan al género humano más que como estado larval del mismo). Aplicando métodos darwinistas, Eso atraía a los niños asomando lascivamente por desagües y bocas de cloaca. Así, los más estúpidos eran seleccionados naturalmente para acercarse y perecer ignominiosamente, mientras los espabilados sobrevivían.


Finalmente, y como quiera que los espabilados eran escasos, algunos especímenes de la especie infantil adquierieron cierta organización gregaria similar a la que se observa en algunas especies superiores como el wombat o el escarabajo de la patata, para defenderse de los ataques de Eso, y contraatacar llegado el caso.


Quien le iba a decir a nuestro héroe que su fin le vendría por parte de tan lamentable contubernio infantil como el que componían, en este orden: un marica asmático, un judío, un tartaja, un negro, un gordo, un risketo con gafas y una zorra.

¡Vamos! ¿De verdad no merecen la muerte?
¡Vamos! ¿De verdad no merecen la muerte?

Estos desalmados mocosos allanaron ilegalmente la cloaca de Eso con ánimo vandálico y destructivo, seguramente con la intención de burlarse de sus traumas, como es costumbre en esta cruel especie subhumana, y le abrieron la cabeza con un tirachinas sin darle oportunidad de defenderse. Lejos de llamar a una ambulancia, huyeron del escenario del crimen y ni siquiera se dignaron a tocar a Eso con un palo para comprobar si estaba muerto.

 

No lo estaba, por supuesto, porque ni eso supieron hacer bien los criajos. Pero ellos se despreocuparon, se convirtieron en seres más o menos humanos y se largaron de su asqueroso pueblo de paletos. Eso, depués de varios años de rehabilitación en varias clínicas e instituciones mentales, volvió a su cloaca totalmente reformado. Una serie de malentendidos, no obstante, le involucraron en la desaparición de algunos niños, cosa poco importante o incluso digna de alabanza, pero resulta que los padres a veces les cogen cariño a estos parásitos, y pusieron el grito en el cielo.


La panda de mocosos, creyéndose los Power Rangers por haberle pegado una pedrada a un payaso treinta años antes, volvieron al pueblo para hacerle la vida imposible a nuestro héroe, que fue acosado, amenazado y maltratado, y el gordo intentó darse el lote con él. Resucitados sus traumas y añadidos otros nuevos, en legítima defensa y beneficio de la comuidad, se cargó a unos cauntos de los ex-mocosos, que ya no eran niños, pero seguían tocando los cojones como si lo fueran. La pelea acabó de nuevo en la acogedora cloaca de Eso, donde éste mostró los genes de su madre en un último intento por defenderse de la injusta persecución.

¿A quién se parece más? ¿a Papi o a Mami?
¿A quién se parece más? ¿a Papi o a Mami?

Sin embargo, tras una épica batalla, Eso fue derrotado, reviviendo el trauma reprimido de su orfandad materna en sus propias carnes. Con innecesaria saña, los crueles ex-niños, le hicieron tal destrozo en el abdomen y bajo vientre que le dieron de nuevo por muerto. El misterio queda irresoluto, como en el caso de su madre, ¿murió o se refugió para regresar de nuevo a la espera de traer la paz y la estabilidad a la galaxia? En cualquier caso, esta es nuestra forma de honrar su memoria.

 

¿Sabías que...


... su afición por flotar le viene de su amistad con el Dr. Rockso?


... el gordo acabó enrollado con la zorra?


... el judío acabó muerto (qué sorpresa)?

 

... Stephen King planea demandar por difamación a Thisismadness?

 

... su artículo de la Frikipedia es mucho peor que este?