Zombis nazis (2009)
Por HoJu
Título original: Død snø en noruego, Dead Snow en inglés, no sé cuál es oficialmente el título original.
Dirección: Tommy Wirkola (un director cuya obra, por suerte, no suele rebasar los confines escandinavos de Noruega... al parecer ha perpetrado hasta una parodia de Kill Bill llamada Kill Buljo).
Guión: Tommy Wirkola y Stig Frode Henriksen, seguramente afectados de esa locura polar que les entra a los nórdicos por tener seis meses de día y seis de noche.
Intérpretes: Lasse Valdal (Vegard, el único que llega a desarrollar un poco de carisma, pero no mucho), Jeppe Laursen (Erlend, el gordo gracioso que no tiene ni puta gracia), Vegar Hoel (Martin, el estudiante de medicina al que da yuyu la sangre), Stig Frode Henriksen (Roy, me he olvidado completamente de él, así de importante es), Charlotte Frogner (Hanna, la claustrofóbica), Evy Kasseth Røsten (Liv, la rubia que, tratándose de este género de cine, dura más de lo debido), Jenny Skavlan (Chris, la zorra asquerosa, y mirando las fotos de Google Imágenes me parece que el papel le venía como anillo al dedo), Bjørn Sundquist (el señor raro), Ane Dahl Torp (Sara, papel corto pero intenso), Ørjan Gamst (el oberst Herzog, el que mejor te cae de toda la peli, aunque siendo de las SS su rango debería ser Standartenführer, como nuerstro amigo Landa).
Crítica:
Zombis nazis. Guardad este sintagma en la memoria porque voy a usarlo mucho a lo largo de esta crítica. Zombis nazis. Cuando vas a ver una película que se titula Zombis nazis, no esperas una película buena. Vaya por delante. Esperas zombis nazis. Ni más ni menos. Ha sido todo un ejercicio de sinceridad por parte de la gente que traduce los títulos de las películas al español (gente bastante gilipollas por lo general), para ponérselo fácil al público potencial de esta cinta, como los thisismadniacos, por ejemplo. Zombis nazis; me divierte perversamente imaginar la reunión de márketing en la que se decidió este título, tras devanarse los sesos intentando buscar una buena traducción de Dead Snow, hasta que algún joven talento se levantó gritando: "¡Joder, ya lo tengo! Zombis... nazis, ¡Zombis nazis!". A ese tío deberían subirle el sueldo.
Así que, cuando fuimos a ver Zombis nazis, íbamos con la clara espectativa de ver zombis nazis en una película que al menos esperábamos que proporcionara una buena cantidad de cachondeo a nuestras vidas aquella noche. Pero ni los chistes tienen gracia, ni los zombis son zombis, ni... bueno, al menos los nazis sí son nazis.
La historia empieza recordando más a las pelis de serial killers con cuchillos de plástico que al subgénero zombi, porque los protagonistas son media docena de jóvenes estudiantes de medicina capullos e hiperhormonados, de los que ninguno tiene el mínimo carisma (aunque en algunos acabará por despertar cierto espíritu vikingo que los salva un poco). Veamos: cuatro chicos y tres chicas quedan en una cabaña perdida entre las montañas, los bosques y los fiordos noruegos para pasar un fin de semana guay fornicando y revolcándose por la nieve. Por supuesto, solo Vegard, el macho alfa, tiene una motonieve y los demás, seres inferiores, tienen que ir andando. Esperan a la novia esquiadora del macho alfa, sin saber que ya se la han comido los... sí, exacto, los zombis nazis, cuando reciben la visita nocturna de un desconsiderado vagabundo que les cuenta cosas nazis sobre el mal que habita en la región desde la sangrienta ocupación alemana en la II Guerra Mundial, que los nazis huyeron al bosque con lo que robaron a los pobres noruegos y blaublaublau. Choteo general, a la puta calle el viejo, y esa noche es liquidado por los zombis nazis en su tienda. A la noche siguiente, mientras el macho alfa se va en la moto a buscar a su hembra alfa, tiene lugar una escena de perversión coprofílica protagonizada por el gordo y la zorra, que por suerte, reciben su castigo sin mucha tardanza, a manos de los zombis nazis. Y así sucesivamente. El macho alfa nos decepcionó al caer en un búnquer repleto de armamento y parafernalia nazi y salir de allí corriendo como una nena, en vez de empuñar un MP40 y envolverse en una bandera nazi, lo que aseguraría su inmortalidad porque Dios no quiere a su lado a alguien tan BRUTAL, que podría derrocarlo. No obstante, se redimió un poco gracias a un trabajo de bricolaje digno de MA. Barracus, relacionado con una MG42, aunque la usa menos de lo que debería.
Loz zombis no son zombis. Sí, están grises y con los labios carcomidos pero no son zombis. Corren que se las pelan, no son contagiosos y son muy listos: obedecen a la perfección las sabias órdenes de su coronel y usan sus dagas de las SS con habilidad. Eso sí, curiosamente no usan armas de fuego, a pesar de tener la coordinación necesaria para hacerlo. No se explica de dónde salen ni por qué. ¿Qué más da? Son zombis nazis.
El guión es una mierda. Así, con todas las palabras y cada una de las letras. Los chistes no tienen gracia, pero es que las conversaciones tampoco tienen sentido. También me divierte perversamente imaginar la reunión de los guionistas. "Tío, tío, tío... ¡Tenemos putos zombis nazis! ¿Para qué coño queremos un argumento?".
En el apartado de comparaciones, mi conclusión es que, con Zombis nazis, nos encontramos ante una mezcla noruega de El búnquer y Piratas del Caribe. Nada más qué decir al respecto.
Podría haber sido una pasable opción para un congreso TIM, pero no merece la pena verla en el cine. La sala estaba vacía excepto por nosotros así que parece que el común de los mortales siguió este sano consejo.
Zombis... nazis...
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Traskott (sábado, 14 agosto 2010 17:04)
Tu crítica lo dice todo. Acabo de verla, y..por los clavos de.... es...mala. Pero mala de cojones. Mala 2.0, diría yo..
HoJu (sábado, 14 agosto 2010 22:13)
Qué alegría leerte por aquí, Tras. Mira que hasta ahora no se me había ocurrido publicitar la web a través de las críticas, pero no es una mala idea :D.
Repolocho (lunes, 16 agosto 2010 11:42)
Me encanta tu crítica, pero te equivocas en algo: en la sala de cine también había una pareja de viejecitos adorables, no sé muy bien porqué. Se habrían confundido pensando que el título de la peli era una especie de metáfora sobre la II Guerra Mundial, vaya usted a saber. Pero les oí reírse cuando salían los zombis... nazis.
Thisis madness Vaya Mierda (viernes, 20 agosto 2010 16:25)
Te has olvidado de la unica escena memorable de la peli. Cuando 2 de los noruegos suben corriendo colina arriba (en un evidente acto de ignorancia de tactica militar basica) mientras unos 30 ó 40 zombis nazis bajan corriendo la misma colina y antes de asestar la 1º y certera hostia el nordico que no padece hemofobia cruza sus armas, una hoz y un martillo, para aversion de los no muertos anticomunistas.