Crítica: El pequeño Nicolás (2009)

 

Por Repolocho

Título original: Le petit Nicolas

 

Dirección: Laurent Tirard 

 

Guión: Laurent Tirard, Grégoire Vigneron y Alain Chabat (basándose en la serie de libros de René Goscinny y Sempé)

 

Intérpretes: Maxime Godart (Nicolás), Valérie Lemercier (la mamá de Nicolás), Kad Merad (el papá de Nicolás), Vincent Claude (Alcestes, el amigo gordito y zampón), Charles Vaillant (Godofredo, el niño rico amante de los disfraces), Víctor Carles (Clotario, el último de la clase), Benjamin Averty (Eudes, el simpático matón), Germain Petit Damico (Rufo, un futuro gendarme), Damien Ferdel (Aniano, el gafotas empollón y delator), Virgile Tirard (Joaquín, el hermano mayor a la fuerza), Elisa Heusch (María Eduvigis, una niña de estética bastante "burtoniana"), Sandrine Kiberlain (la maestra), François-Xavier Demaison (el Caldo), Michel Duchaussoy (el director), Daniel Prévost (el señor Moucheboume)

 

 

Crítica:

 

Más vale tarde que nunca. Al fin ha llegado a las pantallas españolas la adaptación cinematográfica de "El pequeño Nicolás", aquel simpático y locuaz muchachito, creado por René Goscinny y Jean-Jacques Sempé allá por los años sesenta, que tanto ha hecho reír y disfrutar con sus aventuras a mayores y pequeños de todas las generaciones.

 

Como viene siendo costumbre, en España se ha estrenado bastante tarde (en Francia se estrenó en octubre del año pasado) y con muy poca publicidad, bajo la famosa premisa: "¿para qué anunciar una película de calidad? No, hombre, no. Mejor vamos a avasallar a la gente con un montón de detrito hollywoodiense". Pero bueno, qué le vamos a hacer. Por lo menos ya podemos disfrutarla, aunque no creo que pase de dos o tres semanas, así que daos prisa, que realmente merece la pena.

 

A pesar de la dificultad que supone llevar al cine los libros de "El pequeño Nicolás" y condensar todas las historias en una (algo que ya intentó Agustín Díaz Yanes con "Alatriste", fracasando estrepitosamente), Laurent Tirard y sus dos co-guionistas (además de amigos) Grégoire Vigneron y Alain Chabat han conseguido dar vida a los encantadores dibujitos de Sempé y escribir un guión simpático e ingenuo que mezcla todas las aventuras de la serie, siguiendo la trama principal del quinto libro, "Joaquín tiene un problema". De este modo, el espectador que no haya leído las historias de Goscinny podrá entender sin problemas la película y disfrutar de las vivencias de Nicolás, un niño travieso y encantador que lleva una vida estupenda: unos padres que le quieren y le consienten muchas cosas, una profesora comprensiva (y muy sufrida), unos amigos increíbles con los que vive aventuras a diario... hasta que un día, todo empieza a desmoronarse. Joaquín, uno de sus amigos, ha tenido un hermanito pequeño y está triste porque sus padres no le atienden como antes. Eso a Nicolás no le preocupa demasiado, porque su vida es perfecta pero, durante los días siguientes, nota que sus padres se comportan de manera extraña y piensa que su madre está embarazada. Entonces, Nicolás decide hacer todo lo que esté en su mano por complacerles para que no lo abandonen en el bosque, como a Pulgarcito, y se pone manos a la obra con sus amigos (memorable la "limpieza intensiva" que hacen en su casa). Sin embargo, todo es en vano. Le van a abandonar definitivamente pero... ¡un momento! Él llegó primero. Él es el príncipe de la casa y quien tiene todos los derechos. No, él no se irá. Es el bebé el que tiene que irse...

 

A partir de aquí comienza una serie de divertidas confusiones que llevarán a la pequeña pandilla a realizar las hazañas más insospechadas (la escena de la poción mágica no tiene precio...). Además del tema principal, se desarrollan otras graciosas subtramas que se encuentran en los libros originales, como la visita a la floristería, las lecciones de conducción de la madre de Nicolás, la cena con el señor y la señora Moucheboume, la visita del ministro al colegio, etc. Eso sí, todo ello muy "a la francesa". Si en su día nuestro Manolito Gafotas cobró vida en la gran pantalla y se mostraban los ámbitos más típicos de la sociedad española profunda (esas madres gritando por la ventana para que sus hijos subieran a cenar, el padre y el hijo en el camión, la música...), ésta tampoco se queda corta a la hora de mostrar a la sociedad francesa de los años sesenta que, aunque parecida en algunos aspectos (la disciplina en el colegio, los pantalones cortos hasta en invierno...), tiene esa estética oh, là là! luminosa y colorida, con unos personajes gesticuleros y gritones, pero nunca vulgares, que saben guardar muy bien las apariencias bajo la típica elegancia à la française.

 

Por lo demás, me gustaría destacar el trabajo de los niños, que están maravillosos en sus respectivos papeles, aunque Maxime Godart, Nicolás, sea un poquito inexpresivo, quizá intencionadamente para no restarle importancia al resto de sus compañeros (Victor Carles, Clotario, [o, como diría Mace, "Quique San Francisco de niño"] está que se sale). También los adultos están estupendos, pues les han seleccionado a la perfección. No son actores interpretando a los personajes, son los personajes en sí mismos. No faltan tampoco algunos guiños a otras películas francesas bastante conocidas (la fugaz aparición de Gérard Jugnot es graciosísima) y la música es perfecta. Es más, me llevé una grata sorpresa al escuchar la bonita canción de los títulos de crédito, "On n'est pas à une Bêtise près"(*), interpretada por mi querido Renan Luce.

 

Así que, en definitiva, es una película sencillita e ingenua, totalmente fiel al espíritu de los libros y muy recomendable para todo aquel que quiera ver en movimiento las ilustraciones de Sempé y recordar las historias de Goscinny en aquella serie tan maravillosa que no ha envejecido en absoluto con el tiempo y que nos hacía pasar tan buenos ratos. No me cabe duda de que uno, tras verla, vuelve a sentirse niño otra vez.

 

 

(*) Viene a significar algo así como "ya no estamos para tonterías"

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Comentarios: 2
  • #1

    John Karra (jueves, 20 mayo 2010 20:44)

    ¡Qué ganas! Con lo que molaba el pequeño Nicolás... ¡y lo que mola monsieur Merad! A ver si me da tiempo a acabar los exámenes antes de que la quiten.

  • #2

    Repolocho (martes, 25 mayo 2010 10:30)

    Pozi, yo creo que te gustaría. Tiene un cameo de "Les Choristes" que te iba a gustar mucho. Por cierto, tienes que ver el videoclip de la canción. Es más, voy a poner el link, que merece la pena.