Crítica: Primos (2011)

 

Por Repolocho

Título original: Primos

 

Dirección: Daniel Sánchez Arévalo

 

Guión: Daniel Sánchez Arévalo

 

Intérpretes: Quim Gutiérrez (Diego, el novio despechado), Raúl Arévalo (Julián, jau duyudú rubias?), Adrián Lastra (José Miguel, el hipocondríaco), Inma Cuesta (Martina, el amor de adolescencia), Antonio de la Torre (El Bachi, el borrachín con memoria cinematográfica prodigiosa), Clara Lago (Clara, la hija de El Bachi, otro almacén de cine con patas), Nuria Gago (Yolanda, la ex de Diego), Alicia Rubio (Toña, la novia sobreportectora de José Miguel), Marcos Ruiz (Dani, el hijo de Martina, un cabroncete más listo que el hambre).

 

Crítica

 

Ya iba siendo hora de que en España se estrenase una comedia patria sin los tópicos gilipollescos que caracterizan a tantas otras y que tienen a servidora hasta la mismísima alcachofa. "Primos" es el tercer largometraje de Daniel Sánchez Arévalo, un joven director con mucho talento y un gran porvenir en el mundo del cine (siempre y cuando no se dé una pedrada en la cabeza como quien yo me sé...), que vuelve esta vez con una comedia sencillita, ligera y sin más pretensión que entretener y hacer pasar un buen rato al espectador.

 

La película arranca con un estupendo monólogo inicial por parte de Diego, un chico al que su novia ha dejado plantado en el altar el día de su boda y que sólo encuentra consuelo en sus dos primos Julián, un juerguista empedernido, y José Miguel, un hipocondríaco encantador. Los tres deciden ir a pasar unos días al pueblo en el que solían veranear cuando eran pequeños y allí se encuentran a Martina, el amor de adolescencia de Diego; al Bachi, el antiguo dueño del videoclub venido a menos, y a Clara, su atractiva hija. En este panorama surgen historias de amores y desamores, recuerdos de juventud, amistades entrañables... y todo ello acompañado de grandes cantidades de alcohol, para olvidar los malos momentos a ritmo de Paquito Chocolatero.

 

Toda esta simpática historia transcurre durante las fiestas de Comillas, un pueblo del que el director ha sabido captar toda su belleza paisajística en cada plano, algo que los cántabros como servidora agradecemos de corazón. Eso sí, a muchos paisanos les chirriarán los oídos con la dedicatoria del primo Julián "a la cosa más bonita de la provincia de Santander". Cosas de los chavales de ciudad, que les sacas de la capital y ya no saben ni dónde están. Pena de manguerazo... Pero, salvo ese mínimo detalle sin importancia, "Primos" es una auténtica oda a la "tierruca" a través de las vivencias de estos personajes de los que uno se va encariñando conforme avanza la acción, pues en cierto modo nos pueden recordar a nuestros propios primos, aquellos que fueron nuestros primeros mejores amigos cuando éramos niños. No eran como los hermanos, con los que tienes que convivir a diario (con todos los problemas que eso puede acarrear, ya sabéis.. que si este me ha mordido, que si el otro me ha pegado, que si aquel me ha intentado atravesar con una katana...). A los primos les veías en las aburridas reuniones familiares, esas de las que os escaqueábais a la parte más recóndita de la casa y os poníais a jugar a polis y cacos o a que érais los reyes del mundo (en mi caso, portadora del honorable título de Duquesa del Jamón de York), o durante las vacaciones de verano, cuando no teníais nada que hacer y acabábais empleando el día en montar una tienda de campaña con las sábanas robadas del tendal para contar historias de miedo por la noche.

 

Los primos de esta película hacen un viaje a la adolescencia, a sus recuerdos, vuelven a reunirse y a revivir que eran los inseparables Backstreet Primos (escena memorable donde las haya), pero también se enfrentan a sus miedos y a sí mismos, porque en esta vida no se puede vivir siempre del recuerdo. Uno tiene que aprender a dejar a trás el pasado y seguir adelante, descubrirse, crecer... y si estás en compañía de quien te quiere, mejor. Por eso el film resulta tan gamberrete como tierno, porque al mismo tiempo que se dan las situaciones más disparatadas también hay momentos para la nostalgia y el cariño, como en la relación de Diego con Martina, la de José Miguel con Dani o la de Julián con el Bachi y Clara.

 

En definitiva, "Primos" es una más que recomendable opción para pasar un buen rato entre amigos, echarse unas risas y disfrutar de los paisajes y la música, aunque también puedes pegar un telefonazo a esos primos del pueblo a los que hace eones que no ves e invitarles (o que te inviten) al cine. O quizá puede llegar a ser la alternativa a esa reunión familiar que ya se anuncia cercana, porque me da a mi que ya estáis un poco creciditos para ser los Power Rangers, los reyes de Australia o los Duques del Jamón de York...

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Comentarios: 3
  • #1

    Repolocho (lunes, 14 marzo 2011 18:36)

    La verdad es que debe ser la crítica más emocional que habré escrito...
    Para Nuria-Pato, Tata Beatriz y Víctor y Andrés, duques y señores del Jamón de York y el Chorizo de Pamplona :-D

  • #2

    HoJu (martes, 15 marzo 2011 19:48)

    ¿Qué problema hay con provincia de Santander? Al ser Cantabria una comunidad uniprovincial, el estatuto de provincia ya no se aplica porque sus competencias serían las mismas que las de la comunidad. Así que bien se le puede mantener el nombre de provincia de Santander, porque Cantabria es comunidad pero provincia...

  • #3

    Repolocho (miércoles, 16 marzo 2011 14:29)

    Ya, pero no procede y suena como una auténtica paletada de ciudad.