Crítica: Percy Jackson y el ladrón del rayo (2010)
Por John Karra
Título original: Percy Jackson & the Olympians: The Lightning Thief
Dirección: Chris Colombus (en su línea)
Guión: Craig Titley, basado en la novela de Rick Riordan
Intérpretes: Logan Lerman (Perseíto el Bastardo), Brandon T. Jackson (“¡Tío, aún no me he ganado los cuernos!”), Alexandra Daddario (la Niña Mona), Jake Abel (niño mono de “The
Lovely Bones”), Sean Bean (Borom- estoo… Zeus), Pierce Brosnan (o cómo ocultar el culo de un caballo en una silla de ruedas), Steve Coogan (un demonio como debe ser), Rosario Dawson (esposa
rebelde) y Uma Thurman (una femme fatale).
Crítica:
Cuando me propusieron ir al cine a ver esta novedad no opuse resistencia al encontrarme en desventaja numérica, pero si lo hubiera hecho no habría podido escribir esta crítica. Toda una delicia
para los historiadores en lo que a carcajadas burlonas se refiere. Los dioses del Olimpo se modernizan, comenzando por la entrada de un Poseidón-Godzilla haciendo temblar Nueva York para reunirse
en el Empire Estate con su hermano (y no, Boromir no cuela como Zeus) cuya conversación se puede resumir en “¡Aaaay, hermaaano, que me han robao el raaayo!”. El protagonista en cuestión es
Perseíto Jackson, el típico Pringao de instituto yanqui con un amigo lisiado interpretado por el negro guay de “Tropic Thunder”, que oculta sus patas de sátiro bajo sus pantalones cagaos. Todo
comienza cuando Pringao es atacado y llevado por su madre “a un campamento para gente muy especial, como tú”. A partir de entonces, se desencadena la típica historia; Pringao es llevado a un
sitio con otros bastardos “especiales” traumatizados por el abandono de sus papis; Pringao ve a Niña Mona, luchan, Niña Mona pierde las bragas… Básicamente el meollo de la historia es el de
siempre: siguiendo la línea de las sagas potterescas, Pringao desafía a la autoridad para rescatar a Mami; por supuesto, necesita a un amigo graciosete, y como en todo trío no puede faltar una
Hermione, Niña Mona, hija de Atenea, se une al grupo. Juntos emprenderán un descenso al Inframundo en camioneta a ritmo de “AMONAJAAAGÜEIRUGEL!!” en el que descubrirán que:
- Hermes vuela en Converse
- Un iTouch puede ser una excelente arma a la hora de combatir a Medusa
- Los semidioses se colocan a ritmo de Lady Gaga
- El diablo es realmente muy jebi, y el Inframundo mola mucho más que el Olimpo.
En conclusión, puede decirse que es una película entretenida para los críos a los que se les acaba de enseñar lo básico de la mitología griega, pero si sabéis del tema, haceos antes a la idea de
que son los mitos americanizados. Pero, sobre todo, no paguéis por verla como hice yo.
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Mace Windows (martes, 09 marzo 2010 15:18)
Creo que será mi próxima elección para ver en mis horas de clase de inglés.