Crítica: El árbol de la vida (2011)

 

Por Darius Herranis

Título original: The tree of life

 

Dirección: Terrence Malick

 

Guión: Terrence Malick

 

Intérpretes: Brad Pitt, Sean Penn, Hunter McCracken, Jessica Chastain, Fiona Shaw, Crystal Mantecon, Pell James, Joanna Going, Kari Matchett, Michael Showers.

 

Crítica:

 

Cuando uno creía que el cadáver de la moral religiosa y cristiana estaba profundamente enterrado en estos tiempos tecnológicos y de rápidos avances científicos, los que se hacen llamar "directores de cine" profanaron la tumba. Excavaron lo más hondo posible, retirando a dentelladas la tierra, sacando el putrefacto y seco cuerpo de lo que un día fue el sentimiento cristiano y la fe. No quedó ahí su despropósito, sino que pretendieron reinsertarlo en la sociedad como quien viste de Massimo Dutti a un asesino en serie reincidente. Hete aquí un segundo Reich del fanatismo religioso que ataca cuando la sociedad se encuentra en tiempos de incertidumbre, apesadumbrada al borde de un precipicio. Socialmente, los bancos dan ligeros empujones al pueblo al vacío, culturalmente las salas de cine se llenan de "películas" que alejan al "film" de la catalogación de séptimo arte. No es extraño poder encontrar en las pantallas panorámicas a vaqueros que luchan en un duelo anacrónico y casi esperpéntico contra extraterrestres interespaciales, pero eso es otra historia...


Hablo de esos directores que se definen como "hombres de pocas películas", que publican una cada siete años porque se precisan como exquisitos del género independiente. No sé tampoco en que momento regresar al cine mudo supone un sinónimo de cine independiente. John Curran con "Stone", su cuarta película en doce años, nos presenta un panfleto de una creencia extrasensorial con un trasfondo religioso que roza lo sectario. Una trama basada en el entendimiento del pecado y el perdón bajo unas fracasadas interpretaciones fundadas en tópicos sociales que rozan casi el estigma del patetismo.


Alguien diría de Terrence Malick alguna vez que él fue "el alumno más trastornado de la clase", una especie de hombre que se autoflagelaba con cada uno de sus errores. Este director ha dirigido cinco películas en treinta y ocho años, pequeños chispazos en un tiempo que para el cine supone un abismo generacional. Tiene su propio séquito de fanáticos fans que le tachan como el J.D. Salinger del cine, a mi ver un Salinger bañado en agua bendita. Reaparece con "El árbol de la vida", un film de increíble reparto y una desmesurada campaña publicitaria para el independentismo cinematográfico que se le presupone. Malick es, pues, uno de los profanadores de tumbas: rescata al cuerpo inerte y en descomposición avanzada del conservadurismo y lo maquilla y acicala para un insufrible largometraje de casi dos horas y media. Este film parece alargarse hasta el Apocalipsis debido al pasmoso ritmo narrativo que parece evocar a un Michael Haneke con sobredosis de somníferos.


La película "cuenta" la historia de una familia ultrarreligiosa tejana de los años 50, y poco más se puede decir. De repente, sin comerlo ni beberlo, parece que un fantasma cambiara las cintas del proyector y, con un nada sutil cambiazo, te encuentras sumergido en un nueva versión de "Cosmos" de Carl Sagan. El desconcierto que causa la película es directamente proporcional a los nuevos movimientos de cámara que algún epiléptico hiperactivo iluminado llamaría "el travelling del cine moderno". Malick mantiene al espectador en un "tira y afloja" mental, uno no sabe si Malick pretende mostrarle la insignificancia del ser o el omnipotente poder de un hombre con barba blanca.


En definitiva, un "beatnik" que se hace llamar intelectual cataloga este largometraje de obra maestra del cine actual, habla de un genero de una sola película, del género Malick, de un imprescindible. Este sentimiento ensalzador se propaga como el herpes entre los indecisos críticos que deciden unirse al bando ganador. Si no sabes apreciar la belleza de esta cinta recibirás a cambio una mueca de asco que dice "tu no sabes" por parte de los criticuchos de cine.


Un infumable del cine, un atraco a mano armada, una violación de dos horas y media.


Un sin Dios.

 

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Comentarios: 2
  • #1

    HoJu (lunes, 19 septiembre 2011 18:37)

    BRUTAL.

    La crítica destila toda la mala leche que nos gusta en TIM y con grandes destellos de desgarrador humor negro, pero la veo un poco seria y, permitáseme, algo pedantilla y trascendental para nuestro estilo. Sí obstante, la considero merecedora de nuestro escaparate.

    Firmado: http://cdn2.screenjunkies.com/wp-content/uploads/simpsons_comic_book_guy.jpg

  • #2

    Vicenta Finch (lunes, 18 noviembre 2013 02:53)

    Pues a mi me gustó. Es que tú no la has entendido.