16/11/2011
En una ola de entusiasmo poco habitual en este blog, vamos a por la tercera entrada del mes. Y no es que las elecciones nos causen mucho entusiasmo pero hasta que no actualice el ordenador no podré jugar al Skyrim, así que hoy no tengo nada mejor que hacer que estar aquí escribiendo esto, y el domingo seguramente no tendré nada mejor que hacer que darme un paseo hasta mi antigua escuela de parvulitos para depositar mi papeleta como un buen ciudadano. Qué triste, ¿no?
Y qué aburrido. Y qué inútil también. Por eso te proponemos transformar el triste, aburrido e inútil acto de ejercer tu derecho al voto en algo menos triste, menos aburrido... pero igual de inútil. Lo siento, milagros no hacemos. Gobierne quien gobierne, vamos a pringar, pero soñar con un mundo mejor es posible. Nuestra propuesta: el voto troll. Nuestras opciones: tantas como quepa imaginar.
...
¿Qué? ¿Nada? Maldita generación televisiva. Como si fuera difícil imaginarse un partido mejor que los que hay en el mercado. Lo que es difícil, y ya hay que ser una mente retorcida, es imaginar uno que sea peor... bueno, vale, el nazi, pero ellos al menos tenían unos bonitos uniformes. Está bien, pensando en aquellos encefalogramas abotargados por los teletubies, la heroína o los tres últimos Call of Duty, os ahorraremos el trabajo de pensar y os propondremos las alternativas troll que otras mentes han pensado por vosotros. Porque, como con las religiones, en TIM estamos abiertos a votar a varios partidos, incluso simultaneamente.
Como primera opción, gracias a su sólido programa, su implantación no internacional sino interdimensional, una lista llena de nombres con eones de experiencia y sobre todo porque se han currado su propia papeleta que puedes imprimir y meter en la urna con toda seriedad, recomendamos el Partido No Euclidiano (Por el Fin de los Días). Su cabeza de lista es el gran Cthulhu, que ya presentó su candidatura independiente a la presidencia de los Estados Unidos, protagonizando una intensa campaña. Ahora promete en España el gobierno de los Primigenios, igual de malvado y cruel que cualquiera pero sincero. Dejando la tranquilidad de R'lyeh, Cthulhu ha compartido unas jornadas con sus militantes en las cercanías de la isla de El Hierro, donde se han concentrado en el último mes numerosos sectarios, Profundos y peces muertos. Les deseamos buena suerte en los comicios y ¡Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn!
Buenas noticias para los amantes de los tentáculos (no, no hablamos de hentai) a los que no les atraiga la idea de transformarse gradualmente en batracios, o a
los que la humedad les provoque reúma. Cthulhu no es el único cefalópodo al que podéis votar. Si queréis dejar de ser esclavos de los bancos para ser esclavos a secas, éstos son vuestros
candidatos: Kang o Kodos. No importa cuál, me temo que su programa viene a ser el
mismo.
Con intenciones menos apocalípticas pero igualmente jocosas, otra alternativa es la plataforma Votamanta, obra del hunorista y gurú espiritual Loulogio. Además del ridículo general de ver a todo el país vestido con batamantas de protección oficial, sus propuestas como el streaming de pr0n en La 2, el ninja personal para cada ciudadano o la inclusión de historia de Dragon Ball en el temario de la escuela pública, junto a las medidas limitadoras de los canis (que habría que retocar mediante decreto ley con vistas a la aniquilación de esta plaga), nos parecen dignas de alabanza. Además, ver a Punset de presidente del gobierno utilizando su sabiduría de de semidios para levantar el país mientras llama madafakas a Merkel y a Sarkozy, no tendría precio.
Si no te ves con mucho ánimo, siempre puedes unirte al Partido del Votante Apático. Pero avisamos que no suelen sacar mucho votos. Total, con la pereza que da... El Hipnosapo y las babosas cerebrales son otras opciones que nos ilustra el otrora agudo analista político y hoy capullo Matt Groening. Pero si de verdad quieres hacernos felices, vota TIM. Ni nos presentamos ni nos importa, pero si quieres hacer el esfuerzo se agradecerá. Nuestro programa ya es de dominio público y seguro que se nos ocurren más cosas.
Si te sientes con ganas de trollear en serio, no podemos ayudarte mucho pero sí ofrecerte una pequeña orientación: busca en las listas electorales de tu comunidad el partido de nombre más gracioso. Seguro que hay alguno que dé la suficiente vergüenza ajena como para merecer tu voto. Una apuesta segura, si es que se presentan en algún sitio y no están ya todos muertos, son los carlistas, esos entrañables absolutistas, que son casi el equivalente hispano de los confederados. Y si un pretendiente Borbón te aburre, a lo mejor encuentras alguna opción para votar austracista. Y si no la encuentras, te la inventas, que al fin y al cabo ese es el espíritu de este artículo.
Y si todo esto te parece una pueril falta de seriedad y un desprecio hacia nuestros sagrados derechos democráticos, y que para gente como nosotros 18 años no deberían ser suficientes para poder votar... pues te jodes, haber votado a Kodos.
VOTA TROLL: PEOR NO PUEDE SER
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