La pasada noche de Todos los Santos tuvo lugar la tradicional "Repolochada", que ya viene siendo un clásico entre los miembros de esta, nuestra web, desde hace aproximadamente unos seis años, cuando ni siquiera había sido fundada y Repolocho aún no era Repolocho, sino una simple mortal que justo un par de años después experimentaría la mutación a la alcachofa ultra-desarrollada que conocemos hoy en día.

En esta ocasión, la fieshhhhta tuvo lugar en el bajo de la casa de Repolocho, puesto que el el entorno original de tan peculiar celebración (conocido popularmente como "la casa de Margaritina" o "la casa de los cortos de Repo") está que se cae, literalmente, a cachos, y la aventura del año anterior fue demasiado épica y traumatizante como para repetirse (dependiendo, claro está, del asistente al que pregunten. Lachéi, por ejemplo, no se acuerda de nada. Cosas del coma etílico). Todo esto, junto al suceso acaecido en 2009, nos hace suponer que, a partir de ahora, la futura sede oficial de la Repolochada será dicho bajo, el cual, además de contar con baño, habitación, biblioteca, material audiovisual y una despensa repleta de deliciosa comida y útiles rollos de papel higiénico, ya no tiene a las dos bestias del Averno que solían guardarlo (a.k.a. los dos mastines de Repolocho), pues ambos residen ahora en una amplia caseta en el jardín para realizar sus actos... conyugales. Eso y pillar garrapatas como chones, pero ese no es el asunto que nos ocupa.

Los asistentes fueron los de siempre, es decir, la cúpula directiva TIM al completo: Mace Windows, HoJu, ANIMAL, Marco Vipsanio Acatarro y John Karra, además de dos nuevas incorporaciones: Itnass, que ya se unió a los thisismadniacos en nuestro foro, y Perturbayo, una criatura guitarrista-friki que ya ha hecho alguna que otra aportación a nuestra sección de Citas Célebres.

El evento se desarrolló como viene siendo habitual: comida a raudales (incluyendo las amorosas pastitas caseras de Repolocho, que causaron una sospechosa reacción en el estómago de Acatarro y en el de la propia anfitriona horas más tarde), bebida variada, decoración de "Jalogüin" (con velitas, calabazas y la cabeza de pega que se parece a Marilyn Manson rasurado), conversaciones que superan el extremo del frikismo (y el de la mesa, cuyas dimensiones homéricas provocaban que el tono de voz de los comensales aumentase al nivel de berrido), vídeos de Internet y el visionado de una película de terror chusco, "La casa de los 1000 cadáveres", de Rob Zombie, aunque para ser sinceros daba más miedo por lo mala que era que por otra cosa. Eso sí, Perturbayo pegó tales botes que las marcas del techo de la biblioteca no se van a ir en años.

También cabe destacar la proyección en petit comité de "La Muerte de Druso", aquella primera obra maestra del séptimo arte que realizaron Repolocho y HoJu durante el inolvidable verano pre-universitario del 2007. Ay, qué recuerdos... aquel momento de la noche dio lugar a la nostalgia entre sus participantes, aunque también a la vergüenza, tanto propia como ajena. Si es que a los cineastas en el fondo no nos gusta vernos en pantalla (eufemismo de "¿en qué cojones estaría pensando?" muy común en este ámbito artístico).

El resto de la noche transcurrió tranquilo, con más vídeos de dudoso gusto (gracias, Acatarro) y de "refinado" humor en youtube. Sin embargo, se echó de menos el pr0n, tan alabado y comentado en este tipo de reuniones TIM, así como la subida al cementerio, que no pudo llevarse a cabo debido a la lluvia. Y no, no me refería a que lo del cementerio es algo común en nuestros concilios. Sólo en la Repolochada. Bueno... que yo sepa...

Conforme iba avanzando la madrugada, la mayoría de los asistentes se fueron retirando a sus respectivos hogares, quedándose solamente Perturbayo a dormir, hecho que dio lugar a un gracioso incidente con los progenitores de Repolocho, digno de la más cutre comedia adolescente made in USA (y no, no me estoy refiriendo a esto, malpensados).

En resumen, una agradable velada entre colegas con mucha comida, vídeos graciosos, tweets, hermosos recuerdos de adolescencia, rondas interminables de chistes crueles (niños muertos e Irene Villa... joder, iremos al Infierno) y los más que conocidos comentarios de Acatarro, que sigue en su línea después de su estancia en Rotterdam. Y porque sabemos de antemano que no es muy propenso a fumar ciertas sustancias, que si no, diríamos que nos ha vuelto trastornado. Bueno, no lo diríamos, que ya nos venía así de serie.

Tan sólo decir, por último, que esperamos que este evento siga teniendo lugar durante los años venideros, más que nada por hacer algo original, que eso de salir disfrazados de noche a pedir dulces por el vecindario lo podemos hacer cualquier otro día del año. O directamente desnudos. Y sabéis que lo haríamos... ¡MUAHAHAHAHAHAHAHA!

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