28/02/2011
Parece ser que anoche se celebró la ¿ochentaytresava? ¿Octotrigésima? ¿Octogésimotercera? Bah, la Gala de los Oscar número 83, qué coño. Pues sí... menuda emoción, ¿eh? Yo, sinceramente, me pasé la noche de ayer planchando la oreja en mi almohada y soñando con que era un chonete que se rebozaba felizmente en barro y dominaba el mundo, así que no me enteré demasiado de la situación. Es lo que tiene un fin de semana de semi-concilio thisismadníaco, que llegas a unos niveles de pasotismo por el mundo exterior alucinantes. ¿De qué estaba hablando yo? ¡Ah, sí! Los Oscar...
Pues parece que no me perdí demasiado, a decir verdad. Este año no había polémica, ni guerras entre directores, han faltado varias celebrities, las que se han presentado han ido en plan sosainas... vamos, un coñazo. A diferencia de la gala anterior, las películas nominadas se caracterizaban por una gran calidad y por unas interpretaciones de quitarse el sombrero, sin efectos especiales apabullantes ni guiones tontainas de marcianitos azules de tres metros que recrean Pocahontas en su planeta natal. Uy, perdón. No haré más referencias a Cameron en lo que queda de artículo, lo prometo. Mister aires de grandeza de los coj... vale, vale, perdón, ya paro.
Eso sí, buenas intenciones no han faltado. Con la esperanza de dar un toque de frescura y CP a la gala, este año los presentadores fueron James Franco (que no es familiar de Paquito, no penséis mal) y Anne Hathaway, dos jóvenes promesas del cine yanki que conocemos gracias a obras maestras como Spiderman o la inolvidable Princesa por sopresa (una tarde de sábado plagada de truños de sobremesa la situaron como la mejor opción. Debí haber ido a pasear al perro). Eso sí, los dos guapísimos, radiantes, sonrientes y con el guión muy bien aprendido. Una pena que los chistes fuesen tan malos, seguramente este año no contrataron a ningún guionista judío, que esos nunca fallan. ¿Tendrían miedo a que volviera a pasarse por allí Christoph Waltz? Nenazas...
Tampoco faltaron números musicales, bailes y demás soplapolladas, pero ni por esas. Sin embargo, sí que hubo un par de momentos dignos de mención: Billy Crystal que a una hora del final de la ceremonia soltó "me han dicho que, como siempre, van con prisas, así que... Aquí están los nominados a la mejor película...", causando estupor entre los regidores y los que llevaban todo aquello, y la aparición del zombi de Kirk Douglas, que... oh, disculpen, me dicen por aquí que no era un zombi, que él es así de verdad. Es lo que tiene echarse botox con 94 años, que luego se redistribuye de forma irregular y pasa lo que pasa.
Ejem, lo que decía, la aparición de Kirk Douglas que se mostró de los más lúcido y cachondo a pesar de su edad, hasta el punto de ponerse a coquetear con Anne Hathaway con un insinuante "¿dónde estabas cuando yo hacía películas?" Menos mal que la cosa no fue a más. ¿Se imaginan una escena gerontófila en mitad del escenario? Uf...
En cuanto a los ganadores, no hubo demasiadas sorpresas. "El discurso del rey" se alzó como la gran ganadora con cuatro estatuillas (Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guión Original y Mejor Actor), si bien es verdad que la historia del rey Jorge VI de Inglaterra partía como favorita desde hacía tiempo y ya se llevó aquí, además, el Goya a la Mejor Película Europea. Un rey tartaja es lo que tiene. "Origen" también se llevó otros cuatro Oscars, pero en las categorías técnicas, y "La red social" sufrió el gran disappointment llevándose tres estatuillas (Mejor Edición, Mejor Música Original y Mejor Guión Adaptado). ¿Andará el omnipotente Zuckerberg detrás del gran fiasco? ¿Habrá hecho todo lo posible para que no se llevase ningún premio? ¿Será "La red social" el "Ciudadano Kane" del siglo XXI? ¿Os habéis dado cuenta de la barrabasada herética que acabo de soltar?
Los intérpretes... pues ya lo véis: Christian Bale se llevó el Oscar al Mejor Actor Secundario por "The fighter", Melissa Leo se llevó el de Mejor Actriz Secundaria por esa misma película (y, atención, esta tía soltó el primer taco en toda la historia de las galas de los Oscar... dijo fucking... qué malota), una embarazada Natalie Portman se llevó el de Mejor Actriz por la sugerente "Cisne negro" y Colin Firth, el encantador británico, se llevó el de Mejor Actor por "El discurso del rey".
Y eso es todo, básicamente. Una ceremonia soporífera que, aunque haya tenido una gran calidad en las películas nominadas de este año, no la va a recordar ni el tato. Eso sí, yo tengo una duda existencial acerca de todo esto... si Natalie Portman resulta estar embarazada de gemelos... ¿los llamará Luke y Leia?
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