Pero vayamos al tema que nos ocupa. Al igual que el año anterior, el presentador volvió a ser el gran Andreu Buenafuente, quien apareció en el escenario como si del segundo advenimiento de Jesucristo (cazavampiros, por supuesto) se tratase, completamente vestido de blanco y con un aura celestial que hacía presagiar una noche de lo más especial. Y no era para menos; los Goya cumplían veinticinco añitos, pero a pesar de su corta edad se han convertido ya en todo un símbolo a nivel, no sólo "apañol", sino también europeo. ¡Que nos los sitúan ya junto a los Bafta ingleses y los César franceses, oigan, hay que presumir! Eso sí, la estatuilla sigue siendo condenadamente fea (el pobre don Francisco pasará a la historia por su gesto de mala ostia) y pesada, muy pesada. Aquí en Thisismadness sabemos de lo que hablamos, que tuvimos la oportunidad de tener uno en nuestras manos... y sé lo que estáis pensando: no, no era robado, so cabrones. Que nosotros también "semos" muy importantes, ¿o qué os creíais?

En cuanto a los premios, la cosa fue bastante previsible. La crítica había puesto por las nubes a dos de las nominadas, "Pa negre" de Agustí Villaronga y "También la lluvia" de Icíar Bollaín, que se alzaron como las grandes triunfadoras de la noche con 9 y 3 estatuillas respectivamente. La gran sorpresa fue "Buried", que se llevó otros tres cabezones al Mejor Guión Original, Mejor Montaje y Mejor Sonido. Eso sí, Ryan Reynolds no se comió un colín pero eso poco importó al público femenino. ¡Ay, omá!

Los más jovencitos de la gala, Francesc Colomer y Marina Comas, se llevaron los Goya a los mejores actores novel por "Pa negre"; un buen reclamo para todo aquel amante del CP: venid, niños... venid a ver mi "Goya"...

El de Mejor Actriz fue para Nora Navas por "Pa negre", el de Mejor Actriz de Reparto fue para Laia Marull también por (¿adivinan?) "Pa negre", el de Mejor Actor de Reparto se lo llevó Karra Elejalde por "También la lluvia" y el de Mejor Actor fue a parar a manos de Javier Bardem por "Biutiful" (no es un macarronismo nuestro, es que se escribe así), aunque éste último se vio truncado durante unos minutos debido al troleo descarado del Jimmy Jump, un vulgar spamer que ya se ha colado en otros eventos de menos envergadura. En fin, tanto gilipollas y tan pocas balas...

Pero, el que seguramente era el momento más esperado de la noche fue el discurso del Presidente de la Academia, Álex de la Iglesia. Pero, ¿por qué tanta expectación? Os preguntaréis. Pues sabed, so canelos, que este año la polémica venía servida gracias a la ley que quería imponer la querida amiguita de Thisismadness, doña Sinde, a la que Álex se oponía fervientemente. Por este motivo, la comprensiva hijita de papá Sinde le quiso echar antes de la Gala, para que no "acaparase toda la atención". Como vemos, no lo consiguió y entró por la alfombra roja del brazo del director, sonriente, como si aquello no fuese más que una discusión entre colegas. La cara de Álex de la Iglesia no parecía decir lo mismo. Durante el discurso puso verde implícitamente a la ya conocida como "Ley Sinde" y declaró que "Internet no es el futuro. Internet es el presente (...) es, precisamente, la salvación de nuestro cine", alegando después "si queremos que nos respeten hay que respetar primero". Todo un gesto de honestidad que se vio recompensado por los sinceros aplausos que le dedicó el público y casi toda España. Desde el equipo de redacción de Thisismadness nos gustaría agradecérselo también, antes de que deje su puesto en la Academia.