11/2/2011
Hay que ver cómo está el mundo. Con tanto problema casi se le quitan a uno las ganas de dominarlo. Porque a todos nos parece muy bonito implantar nuestro reinado del terror pero, ¿alguna vez os habéis parado a pensar en el papeleo que supone? Por no hablar de los años de preparación, ¿habéis reparado en que todos los supervillanos que intentan tan loable objetivo son unos viejos más bien decrépitos, o como mínimo maduritos interesantes? Y muchos además son señores con una carrera universitaria. A ver si os créeis que se llaman doctores porque está de moda. Pues no. Son gente seria que se lo curra mucho para que luego venga un superhéroe chuloplaya sin estudios a desbaratar su trabajo.
Por eso la dominación mundial es cada vez menos atractiva, excepto para los románticos como nosotros. Porque, repito, hay que ver cómo está el mundo.
Me refiero particularmente a ese mundo que nos queda tirando para el sur, ese mundo de gente más o menos marrón, que no come jamón y que a lo mejor conoces porque montan los moshpits más BRUTALes que se conocen desde la Guerra de los 100 Años, por eso o por el Mojamé, ese que pasa costo en tu barrio. Es el incorrectamente llamado "mundo árabe" (porque Arabia es solo una parte) o también incorrectamente llamado "mundo moro" (porque la antigua Mauritania romana también es solo una parte). Como yo también soy incorrecto y a mucha honra, emplearé ambos términos indistintamente.
Todo empezó en enero. 2011 prometía ser otro año anodino, pero Túnez nos alegró la mañana con una espontánea manifestación. No sé exactamente cómo empezó todo. Pero
cual periodista de Telecino, reconstruyamos los hechos: un moro le dijo a otro: "Oye, ¿por qué en la tele no dejan de poner el mismo documental desde hace veinte años?" y el otro contestó: "No,
colega, son las noticias", "¿Y llevan veinte años con el mismo presentador?", "No, es que llevamos veinte años con el mismo presid... oh, wait..." y entonces cayeron en que eso no tenía pinta de
democracia. El resto es historia: el espíritu de Riot Dog revivió en forma de camello y la llama de la
revolución chamuscó los huevecillos de Ben Alí, que salió del país perdiendo el culo. Pero queremos tranquilizar a nuestros lectores sobre el asunto de mayor relevancia de todo este asunto: que
no cunda el pánico, Mos Eisley está a salvo. Gracias a la actuación de las fuerzas del orden los disturbios no han afectado a Tatooine.
Pero ocurrió lo que nadie se esperaba. Cual brote de gonorrea en un puticlub, la ola revolucionaria se extendió por otros países morunos. Y donde más gorda se ha liado ha sido en la Tierra Negra. No, los orcos no han echado a Sauron del poder. Me refiero a Kemet, el Valle y el Delta, el Junco y la Abeja, la patria de Hapy... sí, joder, hablo de Egipto, donde también tenían una democracia de esas cómodas, en las que ni hay que votar ni nada. La última vez que se vieron tantos egipcios juntos, iban tirando de bloques de piedra para construir las Pirámides (también conocidas como el primer intento fallido de triforce). Tras más de dos semanas de ocupación de las calles y plazas de El Cairo, el olor a choto se detectaba desde el palacio presidencial (y cuando sopla el levante desde las costas de Murcia), lo que finalmente ha decidido a Mubarak a abandonar la ciudad hoy mismo. No creáis por este resumen que ha sido así de sencillo: ha habido muertos y bastante gore. Menos mal que Mubarak se va, porque, si esto se prolongara, no puedo asegurar que el ka de Narmer, que está ya hartito de tanta tontería, emerja de su tumba para darle de mazazos desde Saquarah hasta el Camino de Horus. Puestos a tener un faraón, que sea uno con estilo.
Pero el Nilo es muy largo y va desde el África mora al África negra donde también han pasado cosas interesantes. Sudán del Sur se independiza pacíficamente de Sudán a secas. Con referendum y tal, todo muy civilizado y así como light. Y al contrario que en el caso de Corea, está claro que esta vez lo mejor se ha quedado de parte del sur: South Sudan is Best Sudan ¿Y eso por qué? Porque South Sudan (se aceptan propuestas para bautizarlo, entre ellas Kush y Ecuadoria) tiene a Salva Kiir, un presidente que, en vez de los anticuados uniformes militares a que nos tienen acostumbrados los tiranuelos africanos, decidió crear tendencia, ¡y vaya si lo consiguió! Porque también se puede gobernar con estilo. ¿A alguien le extraña que el referendum se aprobara con un 98% de los votos? ¿Quién no querría tener su propio país solo para tener a este tío de presidente?
Escribir comentario
Mace Windows (domingo, 13 febrero 2011 22:27)
Enorme colega, enorme.