Las averiguaciones las hizo el equipo de comandos formado por ANIMAL, Mace Windows y HoJu que, con el apoyo moral de John Karra, se encaminó a un periplo de incierto futuro para hacerse con unas entradas para Iron Maiden y unos billetes para el transporte motorizado hasta Valencia. En agosto daremos más datos. Volviendo a nuestro día, los thisismadniacos iban preparados para una tarde de agotadoras e inútiles gestiones y la actitud del primer punto de venta que visitaron pareció confirmar la suposición. Tras despedirse con refunfuños y amenazas y mientras se dirigían a un punto de venta más amable, nuestros valientes toparon con las primeras sospechas de que algo pasaba en Santandeth... el control policial parecía más imponenete que el de los habituales y a menudo groseros agentes de Movilidad...

Algo extrañados pero todavía sin coscarse del pastel, nuestros héroes completaron felizmente (y para su asombro) la compra de los dichosos rectangulitos de papel y fue entonces cuando cayeron en la cuenta... coño, ese tío de la calle era... hostia, sí, un stormtrooper... La realidad saltó a sus ojos (¿por qué hablo en tercera persona si yo estaba allí?)... o sea, a nuestros ojos y comprendimos la enormidad de lo que se venía encima. Como fieles guardianes del Lado Luminoso de la Fuerza (cuando nos conviene), y muy contrariados por no llevar encima nuestros sables láser, pusimos en marcha una operación de insurgencia para desarmar al enemigo. Parecía que iba a salir bien (derecha), pero el enemigo resultó ser un stormtrooper de los majos y uno tiene sus reparos a la hora de sacudirle diez mil julios de energía bláster en el pecho a un tío tan de puta madre que te deja su arma con toda la buena fe del mundo y que, además, tiene un uniforme tan chulo. Al fin y al cabo, en el Imperio tampoco se vive tan mal.

Así es como un día ya de por sí redondo, por la facilidad con la que se completaron las gestiones entradísticas, se convirtió en un día digno de una noticia en este blog, gracias al encuentro, tan inverosímil en una ciudad tan pobre en frikadas como es Santandeth, con este genuíno ejemplar de stormtrooper. Porque no es un stormtrooper cualquiera el que nos encontramos: se trata ni más ni menos que del Stormtrooper de Berlín, así conocido por ser el que sale en casi todos estos vídeos, demostrando su salero y sus casi feelbadianas dotes para la danza. Alistado en las tropas imperiales para conocer mundo, tras su paso por la capital boche, ha llegado aquí, dispuesto a permanecer en su puesto las horas que sean necesarias. Todo esto nos contó nuestro amigo soldado de asalto, y más cosas, como sabios consejos sobre merchandising y demás. Desde Thisismadness queremos agradecerle a NONAFU, el Stormtrooper de Berlin, que nos alegrara la tarde con su mera aparición y que aguantara nuestras trilladas citas de "estos no son los droides que andas buscando". Un galáctico saludo, compañero.