28-J, autopista al Infierno.

03/07/2010

 

Y el ansiado día por el que tanto esperamos llegó. Jamás se había movilizado un equipo tan grande de thisismadniacos en un viaje hacia tierras vecinas, ni siquiera en su anterior aventura musical, donde la unidad del grupo había sido imposibilitada por fuerzas enemigas. Pero allí nos encontrábamos: Ashe, DariusHerranis, John Karra, Mace Windows y Repolocho; tostándonos bajo el implacable sol como si fuésemos unas gafas amarillas y oyendo pronto sonar campanas mientras Mace preguntaba a los pacientes fans: “¿Misa un lunes?”.

Pues en cierto modo, sí, porque allí se iba a “La Catedral” a rendir culto a unos hombres consagrados liderados por este as:

¡Mierda!, me refería a este:

 

Nadie imaginaba que en pleno julio pudiese haber tal bochorno, pero la curiosidad de nuestra joven Ashe la llevó, junto con el veterano Mace, a descubrir una entrada desconocida para los veinte metros de materia jebi que se extendía ante nuestros ojos. Corrimos, pues, pese a la reticencia de Darius a fiarse del acento gaditano que nos garantizó la entrada. Nada más llegar, estuvimos a punto de exclamar: “¡Ahí va, es Jackie Ch- estooo… es Angus Young!” al vernos ante aquel hombrecillo vestido de colegial guitarra en mano; pero al comprobar su edad y que no se trataba de una SG sido de una GP (grandpa’s guitar), Mace y John se dijeron: “¿Cómo es que siempre acabamos con los de la guitarra?”. Sí, los thisismadniacos volvieron a hacer colégolas en una cola (hehehe COLegas de COLA). Estaban este Angus y su acompañante, sendos madrileños que podían presumir de haberse recorrido medio país para pasarse cuatro días pegando brincos frente a los escenarios; también estaba Super Pito, notorio por su capa y su… silbaaato, y sus colegas con nevera; una paisana nuestra y su amiga nativa; y un simpático melenudo al que todos se referían como: “¿Pero él no venía con vosotros?”. Uno se pregunta entonces... ¿Dónde se mete toda esta gente tan de puta madre cuando no hay conciertos? Por nuestra propia experiencia podemos decir que, al menos en Santandeth y salvo casos excepcionales (como nosotros), no.

 

A la postre se nos unieron también unos vecinos de Repolocho y Darius (uno de ellos fue posteriormente arrastrado hasta territorio cayonense para observar tortura de muñecos Lego en directo). Ya estamos todos, ¿no? pues a seguir aguardando toca. Pero no creáis que fue una espera tediosa, teníamos todo lujo de comodidades: sombra, nevera, una letrina cercana y la agradable conversación de un bocata de tortilla. Nos entretuvimos observando cómo un coche-transpaleta que sólo iba marcha atrás transportaba meaderos portátiles, cómo Super Pito dirigía la circulación de vehículos de la policía municipal… y cómo un escocés verificaba que bajo el kilt no hay calzones que valgan. Y qué decir de nuestro amigo el vendedor de merchandaisin, consumidor de cervezas ajenas y poeta creador del grito de guerra “Rock is cock!”.

 

 

¿Pero no abrían a las seis? Los presentes se empezaban a poner nerviosos. No porque tuvieran prisa por entrar a presenciar el recital, sino por el ansiado cacheo policial.

18:40; entramos.

 

Con la alegría de siempre, empezamos a gritar y correr hacia el mayor escenario que jamás habíamos visto. Encuentros en la tercera fila, y más espera. Lo de “el público se mea” se hace patente entre ciertos asistentes masculinos y rezamos a Monesvol porque ese charco de ahí sea de cerveza. Cuando ya se nos había quedado el culo carpeta aparecen Los Perros Del Boogie, cuyos cantante y guitarrista principal causan estragos en el sistema endocrino de Repo y John; pese a ser decentes rockeros, se hace evidente su enchufe con un ya viejete Tarque y el subidón de chulería del guitarrista, con sus poses y sus imitaciones del maestro Angus… además de los cinco minutos extras de canción que suponen una guitarra desafinada. Aaaaish…

 

¡Se acerca la hora! ¡Miles de cuernos brillan entre la multitud! ¡Se apagan las luces! ¡¿Quién me ha tocado el culo?! ¡¡Se encienden las pantallas!! ¡¡¡WOOO!!! Comienza el vídeo del tren del Rock N’ Roll con culos y tetas incluidas (es entonces cuando John piensa “Os lo perdono porque sois vosotros, ¿eh?”) y las luces nos muestran la gigantesca locomotora cornuda ante la cual se aparecen los grandes, liderados por los irónicamente apellidados hermanos Young. Ojo, que quien resista lo que ellos aguantan que levante su espada láser. Un frenesí entre explosiones, saltos, paseíllos, el striptease de Angus, “Thunder!”, una grotesca Rosie hinchable, acusaciones de gonorrea, tetas en pantalla a tiempo real, “Fire!”… y mucho, mucho baile. Porque si en las colas siempre acabamos donde haya una guitarra, en el mogollón siempre acabamos donde se forma el mosh pit; en este, en concreto, somos víctimas del toqueteo, nos quedamos pegados al sudoroso semidesnudo de turno y presenciamos la primera pelea de la noche.

 

Pero buen rollo, ¿eh? En esta ocasión seguimos juntos y enteros. Tras haber terminado los bises y haber comprobado que nuestro abu favorito no ha muerto durante los diez minutos de solo, nos disponemos a asimilar lo que acabamos de vivir: “Oye, ¿en serio…?” “Sí. Esto no lo superamos en la vida.”. Pero la noche sigue, hay que rehidratarse y continuar. Repolocho y Darius regresan a casa con su testimonio videográfico bajo el sudoroso brazo mientras Ashe, John Karra y Mace Windows nos reunimos en el meadero con nuestros colegas de cola tal y como prometimos. Después de estafar a los vendedores de productos cárnicos, tener un rifi-rafe con la versión vasca del Hombre que Camina y ver otra pelea más, nos vamos de bares en amor y compañía. ¿De bares un lunes? No es que haya un gran ambiente, aunque siempre se puede presenciar un buen lanzamiento de banqueta contra clientes morosos. La gente se va a sus casas; los thisismadniacos, al parque. Al alba, los jebis que quedan en la estación son espabilados por una horda de furiosos huelguistas a grito de “¡29-J!” a los que no les hace gracia obtener como respuesta “¡AC/DC!”. Y lo de siempre: arrestos, los últimos gritos rockeros y regreso al hogar con la esperanza de no desarrollar problemas de memoria.

 

WE SALUTE YOU!

 

 

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Comentarios: 6
  • #1

    Mace Windows (domingo, 04 julio 2010 10:18)

    [Quote]¡¿Quién me ha tocado el culo?![/Quote]
    Creo que fui yo.

  • #2

    John Karra (domingo, 04 julio 2010 11:42)

    No, si yo lo decía por el sobón del bañador.

  • #3

    HoJu (domingo, 04 julio 2010 13:33)

    Bah, seguro que noi fue para tanto...


    ...por favor...

  • #4

    Mace Windows (domingo, 04 julio 2010 13:46)

    Ah, que te daba igual. Bueno, no está mal saberlo.

  • #5

    John Karra (domingo, 04 julio 2010 21:13)

    ¡Pues claro que no me dio igual el pulpo ese! Anda, que no defender a tu hermana pequeña...

  • #6

    Repolocho (lunes, 05 julio 2010 21:08)

    De la defensa, en parte, me encargué yo, que menudas ostiacas y sobeteos nos cayeron a las dos. Menos mal que "semos" unas chicotas duras como una piedra... y que picamos como las avispas... sí, aún recuerdo el "¿¿¿a que empujo a este capullo al mosh-pit???" Jajajaja... gran artículo, por cierto. Me ha encantado.