Más Maloso del Mes
Año II, Número 14 (junio)
Dime qué consola tienes y te diré quién eres. Los había jugones de recreativas; grandes héroes del pasado, pioneros en el arte de salvar mundos alternativos a golpe de botón turbo y carambolas imposibles con el joystick. Después de salvar cuatro princesas, derrotar a seis monstruos venidos del Averno, liberar el planeta de dos invasiones alienígenas, reunir a Pacman con Pacwoman y romper algún que otro cristal mientras repartían el periódico, estos pr0s de la vida decidieron que su tiempo entre jugones había acabado, temiendo lo que se avecinaba al mundo de los videojuegos. Cuando entres a un bar heavy y veas a un grupo jugando al billar, a la diana, o simplemente colocados tomando su birra, desconfía. Esos son los caballeros andantes de tiempos más nobles, como los jedis. Su relevo estaba en manos de los antecesores de buena parte de los otakus y roleros (por parte de padre, sobre todo) que perfeccionaban su técnica de manos en consolas como la NES o la Megadrive para ayudar a algún que otro príncipe elfo a derrotar a los ejércitos voladores malvados de algún que otro tirano demoníaco, ayudar a puercoespines a derribar naves espaciales, o a repeler una invasión mutante a base de fuego de repetición desde tu moto de 7000 cv.
Pero el mundo seguía cambiando... poco después aparecieron consolas portátiles que permitieron a niños de diez años capturar animalitos salvajes inocentes para luchar a muerte contra otros animalitos entrenados para la lucha de otros niños. Al principio todo fue bien; incluso se recuerdan esos tiempos como los años dorados de las consolas portátiles, leyendas de historias sobre estas épocas van de boca en boca por los actuales patios de colegio. Incluso algún que otro título era digno de sus antepasados... Pero paulatinamente estas historias cayeron en el olvido, y estos estudiantes de primaria ahora ya no conocen el pasado de Yoshimitsu, el oscuro Kein, Zelda, Mario, Sonic... o incluso de la primera generación de pigeottos. Ahora, faltos de todo contacto con el pasado y desvinculados del honor plataformero de otros tiempos, esta nueva generación de pulgares vacíos de Fuerza, zombificados por unas nuevas formas de jugar que alienan el Ki (que no pueden recuperar, porque ahora empresas tabaqueras controlan el mercado de maná), se dirigen inexorablemente hacia una era sin gamers como los de antaño.
Esta es la época de las consolas de Nueva Generación. Play Station 3, Xbox 360... y juegos como los Need For Speed, Fifa´s, Call Of Duty (que después de los gloriosos CoD 1 y 2 han decaído hasta convertirse en Cani of Duty, como se aprecia en la imagen)... que niños de papá compran sin pensárselo dos veces, y no por su calidad (más que discutible), más bien porque son juegos número uno en ventas. ("Si todos los gilipollas lo compran, yo también debería..."), formando unas reuniones canis en sus modos online dignas del estudio antropológico definitivo, con el fin de predecir el futuro de la especie humana en la Tierra. El problema también está en que cada año sale una nueva secuela. No contentos con gastarse una sola vez 70€ en un juego, el año siguiente pagan lo mismo por el mismo juego, solo que con portada diferente. ¿Es culpa suya? Por supuesto. Y de sus padres. Y de sus amigos. Y de Google. Pero sobre todo, de la red malvada de Señores Oscuros que se cuelan en las ya débiles mentes de los adolescentes actuales. Tienen varios nombres: Sony, Microsoft... pero en el fondo son todos el mismo ente. Este malvado gremio lo que pretende es, por mucho que nos duela, conquistar el mundo. Y maldita sea si no lo están consiguiendo. Su estrategia: dar un golpe de Estado Mundial en el 30 aniversario de la creación del Tetris (que cae en el 193 d.B.Y), una vez ya controlen tres cuartas partes de la población mundial.
Se estima que en la actualidad casi la mitad de la población mundial de humanos y canis ya está bajo el control de esta vil organización. Desconfía, están entre nosotros, y no siempre es fácil saber quién es quién. Una vez te controlan (vía ethernet en la gran mayoría de los casos) no hay vuelta atrás. Tu paso al Reverso Tenebroso hará que actúes como ellos quieren, para desgracia tuya y de ese primer equipo de Pokémon que tenías en la edición Roja; ya no te aceptarán y Charmander bufará cuando intentes interactuar con él. Se dará cuenta de que has perdido tu Ki y ya no te respetará.
¿Sigues sin creértelo? Atento, y mejor si pones la marcha imperial para que tu lectura sea más épica aún, y recuerda que TIM no se hace cargo de los daños que sufra tu ps3 cuando la arrojes por la ventana tras leer esto, ahí va. ¿Crees que toda la agitación social mundial de las últimas semanas ha sido una simple coincidencia con la caída del sistema Play Station Network (PSN)? Tras meses, e incluso años de control mental, los jugones de estas consolas habían sido instruidos para servirles dentro y fuera de sus casas. Con el impedimento de conectarse de nuevo a la malvada Red, su dispositivo mental se activó y poco a poco el individuo acataría las órdenes de los Oscuros. El plan era perfecto, incluso tenían carnada: todo fue un asalto por parte de hacktivistas que pretendían robar datos. Por supuesto, fueron las propias entidades las que asaltaron su propio sistema. Cuando sus designios fueron cumpliéndose, reactivaron el PSN para no levantar más sospechas. Aún a día de hoy, tras semanas de su reactivación, nos asomamos a la calle y vemos sus resultados. Un claro intento de desestabilización internacional maquillado y censurado, para cuando todas las naciones estén debilitadas, los Oscuros se hagan con el control mundial.
Así que sabes, explorador oscuro de nivel 17; cuidado con quién te topas por tu camino de pureza y búsqueda del trofeo platino, porque el camino está lleno de trampas maquilladas tras una ingente cantidad de FPS puestas por los Señores Oscuros del píxel, que solo buscan tu dinero y tus hábiles manos para sus propios intereses.